inútiles? ¿No se dan cuenta de que hundiéndose en la materia,
pierden su alegría de vivir? Todas las cargas que han acumulado
pesan sobre su corazón. Que se liberen de ellas y la alegría
regresará.
Muchos viajeros que visitan países muy pobres, a menudo se han
sorprendido de descubrir una población alegre, sonriente,
mientras que en los países prósperos ¡la gente tiene un aspecto
tan triste! Pues bien, en efecto, contrariamente a lo que se
puede imaginar, la abundancia material no aporta mucha felicidad
a la gente. Todo ese mundo artificial que se han fabricado, ahora
los ha convertido en prisioneros. Las cosas han ido tan lejos, el
comercio y las finanzas ocupan un lugar tal que ya no sabemos
cómo salir de este engranaje. Y mientras prospera la economía,
por así decirlo, los humanos, a su vez, se hunden."
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