miércoles, 6 de julio de 2011

¿Por qué lo llaman turismo cuando quieren decir sexo?




Quisiera hacer una serie de reflexiones, y si por un momento, todos nosotros sentimos al mismo tiempo, el desasosiego de las víctimas de una práctica tan degradante como es el turismo sexual, entre todos habremos abierto una pequeña puerta a la esperanza.
Para comenzar, les invito a pensar en la ciudad donde viven, yo pensaré en Madrid, la ciudad donde resido actualmente,  e intenten recordar todas las veces,  que han visto mujeres, da igual la edad, el color de su piel, o su lugar de procedencia, vender su cuerpo por dinero.
Vamos un poquito más allá, de nuevo les invito a pensar en la cantidad de veces que estas mujeres se ven rebajadas como seres humanos al más bajo nivel, no sólo por el hecho de que alguien compre su cuerpo, sino porque existen personas que se creen tener derecho a mercadear con él, sintiendo que estas mujeres son de su propiedad, porque alguien no se donde, no se cuando, y no se como, lo ha dicho, pensado o soñado, permitiéndose el lujo de beneficiarse económicamente del maltrato físico y psíquico al que se ven sometidas, tanto por su “comprador” como por su “poseedor”, y convirtiéndolas en objetos de propiedad privada que se alquilan al mejor postor, sin importar las consecuencias.
Lo peor de todo, es que este tipo de transacciones comerciales han llegado mucho más lejos de lo que podíamos imaginar,  un claro ejemplo es el turismo, un segmento que reconoce como propia un tipo de demanda que contabiliza en el segmento “Turismo Sexual”. Y con esto no quiero decir que no la denuncie, todo lo contrario, puedo afirmar que esta disciplina rechaza todo medio de explotación y maltrato a las mujeres, al igual que todo lo que vaya en contra de los derechos humanos y la dignidad de las personas. pero existe, no podemos negar la evidencia, aunque si luchar contra ella. Un ejemplo de esta lucha esla Organización Mundialdel Turismo, que  lleva trabajando activamente en este tema mucho tiempo, les recomiendo que revisen su página web.
Les propongo viajar ahora a algún destino lejos de España, ¿qué les parece Tailandia? Tailandia es uno de esos destinos reconocidos como paraísos sexuales. Es fácil encontrar en Internet frases como “aquí todo es más fácil, solo es cuestión de pagar”.
Los datos al respecto son escalofriantes, de los cerca de 800 millones de viajes turísticos que se produjeron en 2006, en todo el mundo, 160 millones tenían como objetivo el turismo sexual. A esta cantidad habría que sumarle otros 5 millones si hablamos de turismo sexual infantil. A día de hoy, sólo en Tailandia ya hay más de 200.000 trabajadores sexuales. Aunque pensemos que los occidentales son los principales turistas sexuales éstos solo representan el 10% de la demanda en prostitución, dominada por los japoneses, los chinos y los asiáticos en general.
Cifras más actuales nos dicen que “Organizaciones internacionales detectaron la presencia en Argentina de ofertas de turismo sexual infantil para turistas, sobre todo europeos o norteamericanos. Se trata del impacto local de un flagelo que, nacido en países asiáticos como Tailandia, en los últimos 15 años ha comenzado a extenderse al resto del mundo. Según Unicef, cada año son prostituidos un millón de niños. Y la explotación sexual de menores representa ya el 22% del negocio mundial de la trata de personas, la tercera actividad criminal del mundo que, de acuerdo a cifras de Naciones Unidas, mueve 22.800 millones de dólares al año”, (www.diarioperfil.com.ar).
Por último, les lanzo una propuesta, ¿y si todos juntos al unísono decimos BASTA !!! SE ACABÓ !!!? Hagamos que las personas que practican este tipo de turismo, lejos de presumir de sus hazañas, se sientan avergonzados, digámosles con la mirada y con el corazón cuando regresen de sus viajes por Cuba, Venezuela o Camboya, no queremos escucharos, lo que me cuentas me horroriza, dime, ¿qué tiene de divertido? NO LES TENDAMOS LA MANO
LUIS FRAILE (COLABORADOR)

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