viernes, 16 de marzo de 2012

Coca-Cola y Pepsi cambian sus recetas para no advertir sobre el cáncer en sus etiquetas


cocacola
Seguro más de una vez has escuchado aquel viejo sermón sobre que las bebidas gaseosas no son buenas para la salud. Esta no es la intención de esta nota, en la que te contaré sobre una reciente modificación en la receta “secreta” de la Coca-Cola y la Pepsi, tras encontrarse uno de sus ingredientes ligado a un experimento sobre el cáncer en ratones.
Para ahorrarse la polémica que significa incluir las palabras “Cáncer” o “Cancerígeno” en sus etiquetas, ambas bebidas gaseosas decidieron rebajar las cantidades del ingrediente denominado 4-metilimidazol, que da el color caramelo tan característico de ambas.
Y es que en California (EE.UU.) el  4-metilimidazol se ha añadido a la lista de sustancias que suponen riesgo de cáncer, por lo que su uso debe ser obligatoriamente informado a los consumidores en las etiquetas de los productos que los contengan.
¿La razón? Un estudio ha relacionado dicha sustancia con el cáncer en ratones y ratas, aunque según laAmerican Beverage Association, que agrupa a la industria de los alimentos, “no hay evidencia de que represente un riesgo para la salud de los seres humanos”.
Y es que sostienen que si bien es cierto que las fórmulas de Coca-Cola y Pepsi incluyen 4-metilimidazol, lo hacen en dosis seguras para los seres humanos, ya que tal como reseña The Guardian, un portavoz de la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA) de EE.UU. afirma que una persona tendría que beber de un golpe mil latas de Coca-Cola o Pepsi para tomar la misma dosis de la sustancia química que se dio a los animales en la prueba de laboratorio y que resultó ser cancerígena.
Sin embargo, en California no están muy convencidos con esos argumentos, por lo que basándose en los mismos experimentos, se incluyó al 4-metilimidazol en la lista de compuestos de obligatoria advertencia, por lo que al menos en ese estado las etiquetas de Coca-Cola y Pepsi tendrían que indicarlo, y eso evidentemente influiría en el consumo y amenazaría las ventas.
Ambas bebidas decidieron entonces rebajar la cantidad de dicho ingrediente, para “hacer más eficiente” la producción de sus bebidas, es decir, para no tener que incorporar la advertencia de cáncer en sus etiquetas o latas, tal como declaró Diana Garza-Ciarlante, una representante de Coca-Cola a la agencia de noticias Associated Press:
“Aunque creemos que no hay ningún riesgo para la salud pública que justifique el cambio, pedimos a nuestros proveedores que tomasen esta medida para que nuestros productos no estuviesen sujetos a los requerimientos de una alerta científica sin fundamento”.
¿Era la solución más fácil? Rebajar las dosis del ingrediente en cuestión para librarse de  modificar sus etiquetas en California… Vamos que no será tan necesario el fulano compuesto como para que modifiquen la fórmula (que lleva añooos) en vez de modificar la etiqueta… ¿O es que realmente es dañino el compuesto, aunque se nieguen a aceptarlo?
Dudas existenciales que nos agobian… Ahora, después de leer esta nota, que se suma a muchas otras que afirman que estas bebidas gaseosas son dañinas para nuestro organismo: ¿Piensas seguir bebiéndolas?

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