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Ambos frutos de la familia de las Solanáceas, pertenecen al género Physalis, que incluye más de cien especies, algunas de las cuales no son comestibles sino que se emplean con fines decorativos. Las variedades comerciales más destacables son el alquejenje común (P. alkekengi) o alquequenje y la capulina (P. cainito P. Peruviana, P. Edulis). A la capulina también se la conoce como alquejenje amarillo o uva espina de El Cabo.
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ORIGEN Y VARIEDADES
El alquejenje es una fruta originaria de las zonas
cálidas de Sudamérica. Se introdujo en Europa a
partir del descubrimiento de América, donde
existen cerca de 45 especies. Hacia mediados
del siglo XVI esta planta era muy empleada
y apreciada con fines decorativos en las casas.
Hoy día se cultiva sobre todo en Sudáfrica,
Colombia, Perú y también de España, en la
provincia de Huelva.
Variedades más destacables de la capulina:
dorado y de sabor dulce.
originario de América del Norte. El fruto es una baya amarilla y
redondeada, de 1,9 centímetros de diámetro y sabor dulce pero ligeramente ácido. Se emplea
crudo, pero sobre todo hervido en estofados, salsas y para la elaboración de conservas.
originario de México, también se cultiva en otras zonas. Es un fruto grande de color
purpúreo y recubierto de una piel amarillenta. Es muy pegajoso e insípido para consumirlo
fresco, por lo que se emplea en la elaboración de salsas y conservas.
SU MEJOR ÉPOCA
La época más adecuada para adquirir esta fruta es a finales del verano y en otoño, ya que
estos frutos maduran desde agosto hasta noviembre.
CARACTERÍSTICAS
baya globosa cuyo aspecto recuerda al de la cereza o tomates cherry, rodeada de una cubierta denominada cáliz; como una especie de vejiga membranosa no comestible. La baya contiene en su interior numerosas semillas.
el fruto es pequeño, esférico y liso, en función de la variedad, con un diámetro de 1,5 a 3,5 centímetros. Sus envolturas presentan marcadas nervaduras y tienen una longitud de unos 4 centímetros.
de color rojo o anaranjado cuando madura, según la variedad.
agradable y algo ácido y dulce; su sabor recuerda a una mezcla de piña
y maracuyá.
CÓMO ELEGIRLO Y CONSERVARLO
Se deben elegir los ejemplares firmes, de coloración uniforme y exentos de golpes o
magulladuras. Generalmente se comercializan envueltos en su membrana, por lo que
conviene
comprobar el grado de madurez eliminando la envoltura de una de las frutas. Se debe
prestar
atención al brillo de la baya dentro del envoltorio en el momento de adquirirlo, pues es
indicativo
de buena calidad.
En casa, conviene guardarlos en la nevera a una temperatura no inferior a los 0-4ºC.
PROPIEDADES NUTRITIVAS
El componente mayoritario del alquejenje común es el agua. Aporta una cantidad importante
de hidratos de carbono pero muy baja de grasas y proteínas, por lo que su valor calórico no
es elevado.
Es rico en vitaminas, especialmente provitamina A y también contiene, en menor proporción,
vitamina C y del grupo B. La provitamina A o beta-caroteno se transforma en vitamina A en
nuestro organismo conforme éste lo necesita. Dicha vitamina es esencial para la visión, el buen
estado de la piel, el cabello, las mucosas, los huesos y para el buen funcionamiento del sistema inmunológico. La vitamina C interviene en la formación de colágeno, huesos y dientes, glóbulos
rojos y favorece la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones.
Ambas vitaminas, cumplen además una función antioxidante. Así mismo contiene ácidos
orgánicos
(cítrico y málico), pectina (fibra soluble) y, en menor cantidad, taninos que le confieren una
cierta astringencia.
Es una fruta dulce, refrescante y fácil de comer, rica en sustancias de acción antioxidante, motivo por el cual se recomienda su consumo, teniendo en cuenta además sus propiedades nutritivas, a toda la población: niños y jóvenes, adultos, deportistas, mujeres embarazadas o madres lactantes y personas mayores.
Por su aporte de provitamina A es una fruta adecuada para quienes tienen un mayor riesgo de sufrir carencias de dicha vitamina: personas que deben llevar a cabo una dieta baja en grasa y por tanto con un contenido escaso de vitamina A o para personas cuyas necesidades nutritivas están aumentadas. Algunas de estas situaciones son: periodos de crecimiento, embarazo y lactancia materna. Así mismo, el tabaco, el abuso del alcohol, el empleo de
ciertos medicamentos, el estrés y situaciones de inmunodeficiencia, la actividad física
intensa,
el cáncer y el Sida, y las enfermedades inflamatorias crónicas disminuyen el aprovechamiento
y producen mala absorción de nutrientes. La vitamina A y la vitamina C poseen acción
antioxidante y contribuyen a reducir el riesgo de múltiples enfermedades, entre ellas, las
cardiovasculares, las degenerativas e incluso el cáncer.
Por su aporte de ácido cítrico, de acción desinfectante y alcalinizadora de la orina, su
consumo
también contribuye a reducir el riesgo de formación de algunos cálculos renales
(principalmente
los compuestos de sales de ácido úrico) y resulta beneficioso en caso de hiperuricemia
o gota
(facilita la eliminación del exceso de ácido úrico).
Su aporte de pectina le confiere propiedades laxantes, lo que lo hace especialmente recomendado
para situaciones como el estreñimiento.
Por último, por su composición, posee un suave efecto diurético y depurativo, por lo que se
recomienda su consumo en caso de retención de líquidos y de cistitis (infecciones de orina).
Es un fruto que se suele cosechar cuando está maduro. Conviene conservar las bayas
dentro
de su envoltorio hasta su consumo, ya que esto las protege. Antiguamente, con las hojas
del
alquejenje se obtenía un vino que era empleado como laxante y diurético.
Para conseguir su consumo en óptimo estado de madurez la pulpa ha de estar completamente amarilla o anaranjada. Únicamente se come la baya propiamente dicha. Las bayas frescas, se pueden tomar tal cual o como ingrediente de diversas ensaladas. Sin embargo, la principal aplicación de esta fruta se encuentra en la elaboración de mermeladas, compotas y productos de repostería. También se la puede utilizar en la preparación de salsas, guisos, helados, tartas, confituras y zumos. Además, combina muy bien con chocolate y, por su original envoltorio, resulta excelente como elemento decorativo
para todo tipo de platos.
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Ingredientes
- 16 alquejenjes
- 4 tazas de chocolate caliente azucarado
- zumo de limón
- 6 cucharadas soperas de aceite y sal
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Preparar el chocolate caliente según su procedimiento habitual (bien con productos que se añaden a la leche caliente o fundiendo chocolate fondant). Abrir las envolturas de los alquejenjes con la precaución de no romperlos. Separar la envoltura hacia atrás y servir en un plato acompañado de las tazas de chocolate. Se toma el fruto del envoltorio y se empapa en el chocolate.
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