Si sientes que tu relación ya no es como antes, que algo falla, después de leer este artículo no tendrás duda sobre qué paso tomar: luchar, porque no te identificas con lo que escribo; o cortar por lo sano una relación que no va a ninguna parte.
Problemas de incompatibilidad
No basta con amarse para que la relación funcione. También hay que ser compatibles, es decir, complementarse bien. Esto no significa que debáis compartir los mismos gustos u opiniones. Se refiere a llevar un estilo de vida similar y a compartir unos planes básicos de futuro. Por ejemplo, en cuestiones tan elementales como las salidas nocturnas, la movilidad en el lugar de residencia, el deseo de tener hijos.
Problemas relacionados con la química sexual
A medida que una relación avanza, puedes preguntarte por qué la pasión inicial se esfuma y los momentos de desenfreno sexual son menos frecuentes. Es normal, siempre y cuando el cariño proteja la relación y se vaya ganando en confianza. Sin embargo, una relación sin sexo no suele funcionar. Por eso, si llevas tiempo sin hacer el amor con tu pareja, es hora de cambiar las cosas y comprobar si todavía se puede salvar la relación.
Problemas con el desarrollo personal
Toda relación tiene que aportarte cosas positivas y hacerte sentir feliz. Si tu relación te trae más quebraderos de cabeza que alegrías, si te pasas el día preocupad@ o molesto con tu pareja, significa que las cosas no van bien. Cuando la relación funciona, funciona con normalidad. No es posible forzar ni cambiar la dirección. Por eso, si sientes que quieres a tu pareja, pero discuten sin parar y a diario, lo más sensato sería poner tierra de por medio.
No soportas un rasgo físico, de personalidad o comportamiento
Este es un punto muy complicado. El aspecto físico es cambiante y secundario, ya que, con los años, pesa más el carácter y el amor de una persona. Por eso, pregúntate si de verdad es tan horrible ese defecto físico. Probablemente, si hay amor, deberías quitarle importancia y aprender a vivir con ello. Más difícil es ignorar los defectos en el carácter o comportamiento de nuestra pareja. Por ejemplo, en el caso extremo de que tu pareja consuma drogas y no esté dispuest@ a dejarlo por ti. O cuando se comporta de manera soberbia y, por mucho que le has pedido que cambie su altivez, no se esfuerza en ello.
Por último, sobra decir que hay actitudes intolerables, signo evidente de que una relación no funciona, como los celos enfermizos o la violencia física y verbal. Si está presente en tu relación, es hora de poner punto y final y comenzar a quererse, que de eso se trata en el amor. Estas señales te puede ayudar a notar que la relación ya no funciona; aunque te rompa el corazón, tienes que aceptar que la relación no va más y sería mejor, por el bien de los dos, que la separación sea lo menos violenta y lo más amigable posible. De hecho encontrar pareja, la pareja ideal, puede costar algunos fracasos amorosos, pero la vida nos enseña a sobreponernos y a aprender de nuestros errores
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